Últimos avances en la cirugía mamaria

La cirugía mamaria ha sido desde hace décadas una de las intervenciones estéticas que más interés ha causado entre las mujeres, muchas veces para aumentar el volumen de los senos al tamaño deseado, otras por la necesidad de reducir el peso que la espalda tiene que soportar y en tercer lugar para elevar o remodelar un pecho que con el paso del tiempo se cae.
El otro capítulo de la cirugía mamaria es la reconstrucción del pecho tras una mastectomía por la eliminación de un cáncer de mama.

En cualquiera de estos casos, la mamoplastia, nombre por el cual es conocido este conjunto de operaciones quirúrgicas en el entorno médico, ha experimentando avances significativos desde su concepción, haciéndola cada vez más asequible, fiable y duradera, y por encima de todo, predecible en cuanto a los resultados esperados y con mínimos riesgos.

Los materiales con que se realizan los implantes mamarios modernos están realizados en gel de silicona hipoalergénica apta para el contacto con los tejidos internos del cuerpo humano. Se desestima por completo el uso de prótesis de baja calidad que en el pasado trajeron problemas y se opta por modelos con cubiertas resistentes capaces de perdurar por períodos prolongados. El gel de silicona, además de seguro, mantienen la forma y prominencia óptima evitando la presencia de pliegues y perfiles inadecuados.

cirugía mamariacirugía mamaria

En relación a la forma, los implantes redondos estás en regresión, mientras que los implantes anatómicos, con forma de pera o gota, copan el mercado. Esto se debe a que el resultado obtenido tras pasar por el quirófano resulta mucho más convincente y natural en este último caso. Al fin y al cabo es el interés de la mujer en tener un escote que represente fehacientemente la generosidad que la genética y la naturaleza confiere en algunos casos excepcionales lo que está causando la imposición del implante anatómico.

La cirugía mamaria depende ya, no tanto de la tecnología, sino de la experiencia del cirujano que la practique, especialmente en lo que a diagnosis y planificación se refiere. Cada mujer debe ser tratada de forma particular, entendiendo las circunstancias precisas de la operación y los resultados deseados por parte de la paciente. Esto se logra mediante una detenida medición de diferentes parámetros morfométricos y pruebas de simulación. Cuando todos los pasos del proceso se realizan con habilidad y conocimiento, los resultados sólo pueden significar una mejoría notable en la salud psíquica de la mujer y en su éxito social.

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