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La demanda del aumento de senos sigue siendo elevada a pesar de las incertidumbres o dudas que genera ésta cirugía (igual que el resto de las intervenciones de cirugía estética).
El especialista debe de proporcionar en la primera consulta una información completa acerca de los implantes mamarios, de los detalles de la intervención y del postoperatorio. Nos encontramos con una gran diversidad de situaciones: anomalías, asimetrías en volumen o forma, distintos grados de ptosis o caída de los senos que hacen que la cirugía del aumento de senos sea un reto hasta para el cirujano más experimentado.
Hoy en día disponemos de im
plantes mamarios muy seguros, de gran resistencia (por lo cual duraran muchos años) con un gel cohesivo o de alta densidad que mantiene la forma y la proyección del implante (no se aplastan ni ocasionan pliegues u ondulaciones). También disponemos de una diversidad de modelos para adaptarse a las diferentes necesidades.
Los implantes tradicionales eran redondos. Hoy en día, si bien los implantes redondos se siguen empleando con buenos resultados, los implantes anatómicos (con forme de gota o de pera) son a preferencia de gran número de cirujanos y tambien de las mujeres que acuden a solicitar un aumento de senos. Está demostrado que proporcionan resultados más naturales y son más versátiles. También son capaces de obtener un mejor escote ya que podemos juntar más los senos (ya que existen implantes anatómicos que son más anchos que altos). También pueden corregir la ptosis o caída moderada de los pechos.
El aumento de senos es una cirugía muy segura y que, hoy en día, puede garantizar óptimos resultados en un elevadísimo porcentaje de casos. Precisa una anestesia general (aunque muy liviana) siendo éste el tipo de anestesia más recomendable. Se podría realizar con anestesia local y sedación aunque las diferencias son escasas y la anestesia general es más predecibles y no conlleva riesgos.
La elección del implante óptimo es fundamental ya que de ello dependerá el resultado final.
El abordaje recomendado por ser el más anatómico es el inframamario. Los otros abordajes presentan desventajas.
En cuanto el plano de colocación el cirujano optará entre el submuscular o el supramuscular (subfascial) en función de la existencia o no de tejido glandular o mamario. Si existe escasez de tejido propio será necesario colocar los implantes en el plano submuscular.
Si los implantes se colocan subfascialmente, cuando la técnica es óptima, no es necesario dejar drenajes. En los implantes submusculares se recomienda dejar drenajes de 12 a 24 horas.
En cuanto a la hospitalización varía de 12 a 24 horas en función de la técnica y de las necesidades.
El postoperatorio es sencillo, con leves molestias. Colocamos un sujetador (sin varillas) al finalizar la intervención. Hay que llevarlo unas 6 semanas de forma permanente.
