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Cada vez son más las mujeres que desean cambiar sus implantes redondos por implantes anatómicos.
Los implantes anatómicos se han popularizado en la última década y se han desarrollado diferentes modelos para adaptarse a las diferentes anatomías.
Los implantes redondos no cumplen las expectativas del aumento mamario en al menos un 20 % de casos, sobre todo en mamas con componente de ptosis, mamas tuberosas o de polo inferior constreñido.
Con el paso del tiempo los implantes redondos a menudo envejecen mal. Tambien cuando las mujeres tienen hijos encontramos que el tejido mamario se desliza sobre los implantes dando lugar al efecto “cascada”, muy antiestético. Los implantes redondos se caracterizan por llenar poco el polo inferior, llenando excesivamente el polo superior dando un efecto antinatural.
Los implantes anatómicos se carcterizan por tener 2/3 de su volumen en el polo inferior y mantienen en los senos una proporción de aproximadamente 60% de volumen en polo inferior y 40% en polo superior, que son las proporciones que se dan en las mamas de la gran mayoría de las mujeres no operadas. Por tanto proporcionan resultados naturales.
En consecuencia muchas mujeres intervenidas hace años con implantes redondos solicitan una sustitución por implantes de estilo anatómico, bien porque los implantes antiguos llevan más de 15 años y requieren un recambio o bien, en casos en los que no han pasado tantos años, por no estar satisfechas con el resultado estético.
Los implantes actuales, de quinta generación, independientemente del modelo, pueden durar más de dos décadas por su envoltorio más resistente. Presentan un gel altamente cohesivo que mantiene la forma del implante sin producir pliegues. Además en caso de rotura el gel no puede migrar o desplazarse, siendo éste un aspecto muy importante en cuanto a la seguridad.
