LA ABDOMINOPLASTIA, LA INTERVENCION MAS EFICAZ PARA RECUPERAR LA SILUETA

Las mujeres, tras los embarazos, sufren alteraciones en el abdomen que generalmente son irreversibles.

Dependiendo de diversas circunstancias como la genética, el número de embarazos, los hábitos o estilo de vida en relación a la dieta y el deporte, las secuelas que se producen tras los embarazos son variables. Se produce una distensión importante de la piel y de los músculos y tras la fase de recuperación que tarda entre 3 y 6 meses podemos valorar en que grado se ha desarrollado la flacidez en la piel del abdomen y en los músculos.

Los embarazos gemelares ocasionan a menudo una enorme distensión en la zona central o del ombligo que a veces queda deformado o aplanado con arrugas alrededor.

El especialista valora el estado de cada uno de los planos: la piel, el tejido adiposo y el plano muscular. Si existe un sobrepeso tras el embarazo es necesario realizar dieta y ejercicio para normalizar el peso.

La flacidez solo se resuelve con la abdominoplastia. Si existe acumulación localizada de grasa sin sobrepeso se efectúa liposucción en el contexto de la abdominoplastia. El siguiente paso, fundamental, es la reparación de los músculos rectos (siempre) y oblicuos (en casos de afectación severa). Se efectúa una técnica que se denomina plicatura que consiste en aproximar con suturas los haces de fibras musculares separados. Podemos hacer un simil: apretar el cinturón interno, siendo la musculatura nuestra faja o cinturón.

Se trata de una intervención que ofrece grandes resultados, muy recomendable sobre todo en los casos severos. Se consigue un vientre plano y firme. Existe una cicatriz en la zona baja del abdomen, que será muy poco visible. La intervención se debe realizar cuando la mujer ha terminado con la maternidad.

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