El Botox es el nombre comercial de la toxina botulínica para su uso farmacológico en la medicina. Se comercializa con otros nombres como Vistabel, Azzalure y Bocoture.
Existen otros nombres de ésta substancia que se obtiene de una bacteria que tiene capacidad de producir parálisis muscular.
Se comenzó a utilizar en neurología para el tratamiento de espasmos musculares, estrabismo, hipertonías, tortícolis congénitas y otras afecciones que cursan con espasticidad o hipertonía muscular.
Hace algo más de una década (año 2002) se comenzó a empleare el botoxde forma protocolizada con fines estéticos y con la aprobación de la FDA americana.
El control de los músculos de la mímica facial puede mejorar los rasgos faciales y reducir arrugas de expresión. En éstos últimos años se ha convertido en el tratamiento estrella de la medicina estética. Cuando se aplica adecuadamente obtenemos un rejuvenecimiento de la mirada ya que además de reducir las arrugas de la frente, entrecejo y de los párpados (patas de gallo) podemos elevar las cejas reduciendo la fuerza de los músculos depresores.
El éxito del tratamiento consiste en un conocimiento profundo de la anatomía funcional de los músculos faciales para actuar sobre ellos con fines de obtener un rejuvenecimiento.
El tratamiento se realiza en consulta y tan solo dura 5 minutos. Se utiliza una aguja muy fina siendo poco doloroso. El efecto comienza entre los 3 y 4 días y dura unos 5 meses. No da lugar a efectos secundarios. Si no se aplica con precisión en los músculos adecuados no obtendremos el beneficio estético o podría dar lugar a una caída de los párpados. Esto seria reversible al finalizar su acción farmacológica.
Por este motivo es preciso que el tratamiento sea realizado siempre por médico o cirujanos cualificados.
Pedro Cormenzana, especialista en Cirugía Plástica y Estética