943 308 041
No voy a hablar de como tener un cuerpo atlético y un abdomen definido a base de entrenar duramente en el gimnasio sino de como recuperar la silueta del abdomen tras las secuelas de los embarazos, del adelgazamiento y por el proceso natural del envejecimiento. Asimismo, a consecuencia de distintas cirugías en el abdomen (laparotomías) pueden producirse cicatrices antiestéticas y deformantes. Con la menopausia las mujeres pueden acumular grasa en exceso en la región abdominal.
La combinación de varios de éstos factores proporcionan situaciones muy variadas que requieren, como siempre en la práctica de la cirugía estética, un abordaje integral de las deformidades de la región del abdomen, incluyendo las regiones supra e infraumbilical, los flancos o caderas y la región sacro-lumbar.
La abdominoplastia es la intervención quirúrgica encaminada a corregir todo el espectro de alteraciones estéticas del abdomen (incluyendo, preferentemente, el abordaje circunferencial del tronco).
Siempre que hablamos de Cirugía del contorno corporal mencionamos que tanto la liposucción (sola o combinada) como cualquier otra intervención tienen como prioridad que la persona candidata presente un peso normal. Si existe sobrepeso deberá realizar dieta hasta alcanzar éste requisito imprescindible.
En la abdominoplastia efectuamos lipoaspiración cuando existe moderado exceso de panículo adiposo, siempre de forma conservadora, ya que una liposucción agresiva podría dañar parte del aporte microvascular del colgajo abdominal. Los mejores casos son aquellos en los que no es necesario realizar lipoaspiración, es decir, en pacientes que han adelgazado. En los casos más al límite a menudo será necesario un retoque tras la abdominoplastia para terminar de reducir adecuadamente el grosor del panículo adiposo.
Este es un caso ideal para la abdominoplastia: marcada flacidez con muy escaso panículo adiposo. El resultado, con un solo tiempo, es muy satisfactorio.
La abdominoplastia implica varios pasos quirúrgicos: la liposucción, en su justa medida, cuando sea necesaria, la reparación de los músculos rectos abdominales (siempre que haya habido embarazos) y la eliminación del exceso cutáneo (lifting). El manejo del ombligo es una etapa crucial, tanto en el planning preparatorio como en su ubicación final. Implica un plus de complejidad a la abdominoplastia pues si no se maneja adecuadamente puede resultar en un ombligo antiestético y mal posicionado.
En función de la distancia preoperatoria del ombligo (que puede variar entre 13 y 18 cm. desde el pubis) y de la cantidad de piel a resecar se deberá elegir su desinserción externa o interna.
A continuación muestro un caso de abdominoplastia con un ombligo preoperatoriamente bajo. Se efectuó la abdominoplastia con desinserción externa del ombligo y debido a la existencia de un exceso cutáneo generoso no se ocasionó cicatriz vertical en linea media.
La posición de la cicatriz es otro punto clave así como el concepto de tensión moderada a nivel central (para no distorsionar el pubis) y mayor tensión cutánea en las regiones laterales.
A continuación os relato el testimonio de la experiencia quirúrgica de ésta mujer:
“Desde que tuve mis hijos no pude reducir el michelin de piel y grasa en mi abdomen por más abdominales que realizaba. Soy deportista y me cuido. Decidí realizare una abdominoplastia pues era consciente que era el único remedio definitivo. Así me lo confirmó el Dr. Cormenzana. La intervención y el postoperatorio transcurrieron sin complicaciones. No fue doloroso, tan solo leves molestias. Estoy plenamente satisfecha y se han superado mis expectativas. Totalmente recomendable.”
Espero que os haya parecido interesante. Para cualquier duda podéis solicitar una consulta llamando al 943 308041, en la Policlínica Gipuzkoa.
